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| Itinerario de "La Ruta de Los Vigías" |
Ya fuera del camino y siguiendo la cresta de la Hoya de la Arrobada, con alguna dificultad encontramos la Sima de la Robada (hito número 4). Desde La Atalaya deshacemos nuestros propios pasos hasta llegar a la Encrucijada de Domingo Izquierdo y continuar la ruta que nos llevará hasta el enclave de El Semáforo (hito número 5). La ruta ahora discurre por el mismo camino que tomamos al subir, finalizando en Igueste de San Andrés.
Interpretación del Itinerario
Hito número 1 Igueste de San andrés, Iglesia de San Pedro.
Barrio de Santa Cruz situado en el Sur del Macizo de Anaga en su extremo oriental. Consecuencia de la emigración de parte de sus vecinos hacia Cuba es la gran cantidad de especies tropicales y subtropicales que se han plantado en este enclave. Destaca la Iglesia de San Pedro (pendiente de profundizar la investigación), la fuente de San Benito (1954), y algunas edificaciones singulares. Todos estos rasgos son merecedores de un estudio más detallado.
Hito número 2 Camino carretero del Semáforo.
Destaca el propio camino ya que este se encuentra tallado en la tosca, presentando un firme en buen estado en gran parte de su trazado, con algunos muros laterales en buen estado de conservación y canal para recogida de pluviales. Mencionar el duro trabajo de cantería que significó su trazado con los medios de la época. Ofrece este una considerable pendiente que ocasiones llega a ser del 28%.
Hito número 3 La Atalaya.
Las Atalayas datan de los primeros años del siglo XVI, construyéndose por orden del Cabildo de Tenerife. Se trataba de puntos de vigilancia como medida preventiva de la llegada de barcos piratas y ante los brotes epidémicos que sucesivamente llegan a las islas. Los vigías, desde las alturas avisaban de la llegada de los barcos. Hasta 1886 el sistema de comunicación fue mediante señales de humos o fuego.
La Atalaya de Igueste era la única que se avistaba desde Santa Cruz. Por esta razón se enviaban las señales directamente hasta el puerto, o bien, se transmitían los avisos que previamente se recibían de la Atalaya del Sabinal y de Risco Bermejo, conocida ésta como Atalaya de Tafada.
La constante vigilancia desde las atalayas de Anaga se mantiene durante el siglo XVIII debido al acoso de los piratas y como novedad se incorporan banderas para hacer señales.
El 22 de julio de 1797, a las cuatro y media de la mañana es avistada la escuadra de Almirante Horacio Nelson por el vigía Domingo Izquierdo, desde la Atalaya de Igueste.
La permanencia de la Atalaya de Igueste durante el siglo XIX se conoce a través de varias citas bibliográficas (diccionario de Madoz 1850).
Interpretación del Itinerario
Hito número 1 Igueste de San andrés, Iglesia de San Pedro.
Barrio de Santa Cruz situado en el Sur del Macizo de Anaga en su extremo oriental. Consecuencia de la emigración de parte de sus vecinos hacia Cuba es la gran cantidad de especies tropicales y subtropicales que se han plantado en este enclave. Destaca la Iglesia de San Pedro (pendiente de profundizar la investigación), la fuente de San Benito (1954), y algunas edificaciones singulares. Todos estos rasgos son merecedores de un estudio más detallado.
Hito número 2 Camino carretero del Semáforo.
Destaca el propio camino ya que este se encuentra tallado en la tosca, presentando un firme en buen estado en gran parte de su trazado, con algunos muros laterales en buen estado de conservación y canal para recogida de pluviales. Mencionar el duro trabajo de cantería que significó su trazado con los medios de la época. Ofrece este una considerable pendiente que ocasiones llega a ser del 28%.
Hito número 3 La Atalaya.
Las Atalayas datan de los primeros años del siglo XVI, construyéndose por orden del Cabildo de Tenerife. Se trataba de puntos de vigilancia como medida preventiva de la llegada de barcos piratas y ante los brotes epidémicos que sucesivamente llegan a las islas. Los vigías, desde las alturas avisaban de la llegada de los barcos. Hasta 1886 el sistema de comunicación fue mediante señales de humos o fuego.
La Atalaya de Igueste era la única que se avistaba desde Santa Cruz. Por esta razón se enviaban las señales directamente hasta el puerto, o bien, se transmitían los avisos que previamente se recibían de la Atalaya del Sabinal y de Risco Bermejo, conocida ésta como Atalaya de Tafada.
La constante vigilancia desde las atalayas de Anaga se mantiene durante el siglo XVIII debido al acoso de los piratas y como novedad se incorporan banderas para hacer señales.
El 22 de julio de 1797, a las cuatro y media de la mañana es avistada la escuadra de Almirante Horacio Nelson por el vigía Domingo Izquierdo, desde la Atalaya de Igueste.
La permanencia de la Atalaya de Igueste durante el siglo XIX se conoce a través de varias citas bibliográficas (diccionario de Madoz 1850).
Hito número 5 Sima de la Robada
Hito número 6 El Semáforo
En las últimas décadas del siglo pasado se elige el emplazamiento definitivo del semáforo, que se encuentra en las proximidades de la Atalaya, concretamente en la Tablada de la Mesa. Se comenzaron a utilizar técnicas y máquinas avanzadas, relegando al sistema de humo y fuegos.
El actual edificio se construyó sobre terrenos cedidos por el pueblo y comienza a funcionar el 4 de diciembre de 1895. La vigilancia estaba controlada por personal especializado de la Comandancia de Marina. Más tarde al puesto de vigía se podía acceder con un curso de dos años de especialización en sistema Morse y Código de Banderas, electricidad y meteorología. El trabajo consistía en informar y dirigir navegación nacional e internacional de los barcos por medio de banderas y gallardetes.
El servicio era de semana en semana. Trabajaban tres funcionarios y el suministro se encargaba por teléfono y lo subían las “mandaderas” que eran vecinas del pueblo.
Su cierre definitivo se produce en 1971.
El edificio se encuentra en un espacio protegido que es el Parque Rural de Anaga y está declarado de interés histórico artístico.
Flora y Fauna del camino:
Cardones (Euphorbia canariensis) asociada con Tabaibas Silvestres (Euphorbia mellifera), siendo especialmente notable la Rejalgadera (Solanum vespertilio), arbusto de flores malvas muy espectaculares y la Chahorra (Sideritis dendro-chahorra) de floración en tonos amarillos. En cuanto a la fauna es corriente ver el lagarto común (Gallotia galloti aisentrauti) y sobrevolando el cielo, el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus canariensis) y alguna aguililla. En el interior de la sima sorprende la presencia de un arácnido de la especie Schizomus portorricensis de origen centroamericano, que no se encuentra en ninguna parte del continente europeo.
Distancia : 5 kilómetros en recorrido de ida y vuelta.
Desnivel: 425 m.s.n.m. 28% de pendiente.
Dificultad: baja
Esfuerzo: moderado.
Peligro de vértigo: leve
Duración: 4-5 horas.
Recomendaciónes:
Llevar ropa y calzado adecuado para senderismo, teléfono móvil, suficiente agua y algo de comida.
En caso de emergencia contactar con 112.
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| Triptico de la ruta |
Autores de este trabajo:
María Isabel Fernández González
José Juan Castellano Fernández
Sergío Pérez Acosta